Aprovechando que el Huécar pasa por Cuenca, que el segundo trimestre llega a su fin y que podíamos y queríamos, pues... ¿qué mejor forma de estrenar la primavera y disfrutar de la Semana Cultural que con una nueva salida?
En esta ocasión, siguiendo el curso del Huécar hasta su encuentro con el río Júcar, en un recorrido intramuros por algunas de las calles, las zonas y los edificios más emblemáticos de la ciudad. ¡Vamos allá!
DE LA PUERTA DE VALENCIA A LA PUERTA DE HUETE
PUERTA DE VALENCIA
Comenzamos nuestro paseo en la Puerta de Valencia, punto de inicio de nuestras salidas al entorno y donde presentamos el recorrido que vamos a realizar. Se refrescan algunos datos sobre la historia, la cultura, las gentes de nuestra ciudad y así, una vez situados y dispuestos, partimos al siguiente punto de interés de nuestra ruta.
CALLE DE LA MONEDA
Entramos en ella para recorrerla como tantos lo hicieron antes que nosotros. Descubrimos entre sus fachadas inclinadas, el origen de su nombre, historias, leyendas, los ecos de los gremios y oficios que hasta sus casas llegaban, y los sonidos de la vida de sus habitantes y paseantes a lo largo del tiempo. Árabes, judíos, cristianos, artesanos, artistas, turistas, soldados y nosotros ahora, hasta nuestra siguiente parada.
PLAZA DEL CARDENAL PAYÁ (ANTES ESCUELAS)
Los nombres son fundamentales. Más si cabe en una ciudad. Fundamentales para saber dónde estamos, para poder encontrarnos... Pero también para saber y conocer mucho sobre el pasado de sus habitantes, sus construcciones, y sus sucesos. Hoy plaza y aparcamiento, ayer patio de juegos, mañana... Nos detenemos para hacernos conscientes de este hecho y ver que igual sucede con edificios como los que nos vamos encontrando. A continuación, uno de los más emblemáticos de Cuenca y que encontramos al meternos por la calle Pósito.
ALMUDÍ
Descubrimos esta magnifica construcción, cuyos usos y destinos, como pasa con los nombres que vamos encontrando en placas y carteles, ha ido variando con el paso de los siglos. Aunque nos lo encontramos en plena reforma seguro que tras esta puesta a punto, vuelve a recuperar su esplendor y a tener nuevamente utilidad.
Desde allí, localizamos la situación de la Puerta del Postigo, la Calle de las Tablas (por los tablajeros o carniceros) y ahora González Francés y nos encaminamos por la calle Retiro.
CALLE RETIRO
Disfrutando del urbanismo medieval de estas calles, callejones y travesías, parece que retrocedamos en el tiempo. Sigue nuestro paseo hasta encontrarnos con la muralla de la ciudad, el acceso al río Huécar y divisando, de forma privilegiada, el edificio del antiguo conservatorio y actual sede de la UIMP que, gracias a su color, nos ayuda a reencontrarnos, pues para muchos es la primera vez que se pasa por allí.
PARQUE DEL HUÉCAR
En este punto, con el río ya de nuevo a nuestro alcance, es el momento de recordar el Puente de Palo, las huertas y conocer acontecimientos en los que el Huécar fue protagonista o espectador de lujo como los que entre las paredes del edificio Palafox.
PUERTA DE HUETE
Llegamos hasta el final del parque para encontrar la Puerta del Huete, donde nos detenemos para imaginar el antiguo curso del río, cuando se inundaba la zona o la leyenda de la fuente de la Doncella en su bajada desde "el Remedio". Ah, y el accidente del Lincoln.
Pasamos al otro lado para seguir al río Huécar que por fin consigue encontrar al Júcar y allí, disfrutar de un merecido descanso, el almuerzo en algunos casos mientras aprendemos sobre los patrones de la ciudad y la conquista de Cuenca por el rey Alfonso VIII, entre otras cosas.
CALLE GASCAS Y CALLE DEL AGUA
Ya de regreso, recorremos el parque del Huécar remontando el río por la calle de los Tintes. Al mirar su cauce, las inundaciones sufridas cuando se desbordaba y que son parte de la historia, parecen aún más increíbles pero quedan perfectamente ilustradas por los nombres de estas típicas calles por las que pasamos y que nos llevan hasta el siguiente punto de destino.
PUERTA DEL POSTIGO (ESCALERILLAS DEL GALLO)
Subimos por las que hoy se conocen como Escalerillas del Gallo, volver al interior de la ciudad. Eso sí, sin pagar los tributos que siglos atrás nos hubiese correspondido por traspasar la la Puerta del Postigo y situarnos intramuros. Retornamos por nuestra ya conocida, y ahora familiar, calle Pósito para cruzar de nuevo la Plaza del Cardenal Payá y localizar el acceso que nos lleve de la Moneda a los Tintes.
ACCESO A CALLE DE LOS TINTES
Ya casi a punto de terminar, localizamos este acceso que une ambas calles y que nos evoca algunos acontecimientos históricos vinculados a las labores y oficios como el tintado, la carpintería o la hospedería, y otros de carácter bélico referidos a episodios de la Guerra de la Independencia o las Guerras Carlistas allí sucedidos.
PUERTA DE VALENCIA
Continuamos hasta alcanzar por fín la Puerta de Valencia donde echamos un vistazo a todo lo aprendido y lo vivido en nuestras salidas al entorno y a nuestro río Huécar.
¡Hasta la próxima!
